miércoles, 11 de abril de 2012

Limitaciones Culturales en la Gramática y Cognición del Pueblo Piraha

De acuerdo con D. Everett, en años recientes se ha renovado el interés en el estudio de la influencia del lenguaje en la cultura y la cognición. No obstante, continúa el autor, todavía queda mucho trabajo por hacer en el campo relacionado con las limitaciones (constraints) que la cultura impone a las estructuras gramaticales que identifican el lenguaje. El trabajo de Everett tiene el propósito, precisamente, de llenar ese vacío y, para el efecto, presenta el caso del pueblo Piraha que habita la amazonia brasilera.


La tesis central de Everett (formulada en su artículo: Cultural Constraints on Grammar and Congnition in Piranha. Another Look at the Design Features of Human Language)señala que la cultura del pueblo Piraha limita la gramática de su propio lenguaje de varias maneras, pues se trata de una lengua que posee una estructura lingüística y un sistema de comunicación fundado en la experiencia inmediata de los interlocutores. Al mismo tiempo, estas limitaciones culturales impactan el proceso de cognición de los hombres y mujeres Pirahas. Una tesis  como esta, de ser cierta, pondría en aprietos las teorías tradicionales acerca del lenguaje. En primer lugar, la teoría de Hockett, de acuerdo con la cual el lenguaje humano posee una serie de características comunes, encontraría en el pueblo Piraha una notable excepción. Al mismo tiempo. la visión de Chomsky según la cual el lenguaje cuenta con una gramática universal que es independiente de la cultura estaría ad-portas de ser revisada.
¿Cómo prueba Everett sus afirmaciones? En el siguiente cuadro se hace una síntesis de los puntos o escenarios rastreados por este investigador (durante un período de más de 20 años) en los que se expresa las limitaciones que impone la cultura al lenguaje y la cognición de los Piraha. Lo interesante de las explicaciones que se dan a continuación es que configuran características excepcionales que son evidencia y efecto de una realidad cultural y cognitiva particular.

Escenario o tema identificado por Everett

Particularidades del lenguaje Piranha
Posible explicación de esas particularidades

Estructura del idioma.

Abecedario con 8 consonantes y tres vocales. Comunicación a partir de cantos, silbidos y tarareos.


Junto con el abecedario y el lenguaje Hawaiano, el Pirana presenta el menor número de letras.

Numeración y palabras que expresan cantidad.

El lenguaje Piraha no posee palabras que hagan referencia a numeración ordinal o cardinal. Al mismo tiempo, no existen vocablos que expresen la idea de cantidad, por ejemplo, primero, muchos, último, etc.
Únicamente se cuenta con tres expresiones que se aproximan a cuantificadores: poco, bastante y varios. Estas expresiones parecen suficientes para cumplir todas las funciones de comunicación.


Conceptualmente, los números son abstracciones que los Piraha no entienden. Las condiciones de verdad de una proposición del lenguaje Piraha se basan en experiencias inmediatas (no en generalizaciones ni en abstracciones).

Palabras que designan colores

La identificación de colores, que se agrupan a partir de la matriz oscuro-claro, se logra en cada situación particular.


Los colores como características duraderas y abstractas no existen en el marco de las experiencias concretas.

Pronombres

No existen palabras que cumplan la función de pronombres. Cada cosa es nombrada por su nombre propio.


Los pronombres son palabras vagas en comparación con los sustantivos propios.

Falta de encriptación. Frases subordinadas.

En el lenguaje Piraha no existen frases subordinadas. Por ejemplo: una frase como Juan, hijo de Pedro, caza panteras no existen el el idioma Piraha. En Piraha este tipo de frases se remplazan por expresiones yuxtapuestas: Pedro padre de Juan. Juan caza Panteras.


Las relaciones sintácticas son distintas de las relaciones semánticas. Las condiciones de verdad de una proposición no dependen de la estructura sintáctica.

Tiempos verbales

Solo hay tiempo remoto y tiempo próximo.

La experiencia de los Piraha, en tanto experiencia inmediata, solo se extiende un par de generaciones desde el pasado hasta el presente que es, efectivamente, lo que se vive.

Términos para el parentesco

Los términos para identificar el parentesco son los más simples de los que se tenga registro. Solo abarca dos generaciones anteriores, y esto funciona siempre y cuando dichos parientes estén vivos.


No se hace referencia a los parientes que murieron antes de la persona que habla, pues no se tiene-tuvo una experiencia directa con ellos y de ellos.

Inexistencia de mitos de creación.

Hay pequeñas historias, sobre espíritus o deidades muy específicas. No hay mitos de creación o cosmologías


Los Piranha no producen relatos de ficción.

     
Uno de los puntos que más han intrigado a Everett a lo largo de su investigación tiene que ver con el hecho que, a pesar de llevar alrededor de 200 años en contacto con colonos brasileros, los Piraha no han aprendido el portugués. La razón que explica este fenómeno se encuentra en que, para los Piranha, el lenguaje occidental (portugués o inglés, da lo mismo) es incompatible con su cultura. La adquisición de un nuevo lenguaje, en consecuencia, equivaldría a acabar con la cultura Piraha.


Videos sobre este tema se pueden encontrar en:
Referencias:
Daniel Everett, Cultural Constraints on Grammar and Congnition in Piranha. Another Look at the Design Features of Human Language. Current Antropology, Vol. 1, 2005.
Bruce Bower, The Piraha challenge: an Amazonian tribe takes grammar to a strage place.


La metáfora del jardín: una forma de entender el significado de la cultura en el desarrollo humano

Según Raymond Williams, uno de los conceptos más complejos en el idioma inglés es el de cultura. Sus origenes pueden rastrearse en el inglés antiguo y en el latin. En la modernidad, la noción de cultura se relaciona con el proceso de "ayudar a que las cosas crescan": el cuidado de algo como las cosechas y los animales. Más tarde, en algún momento del siglo XVI, por cultura se empezó a entender el cuidado de los seres humanos -especialmente los niños- además de los animales y las cosechas.


Desde sus inicios, la noción de cultura, entendida como una manera de ayudar a que las cosas crezcan, se combinó con una teoría general sobre cómo promover el crecimiento, es decir, la creación de un ambiente artificial donde los organismos más jóvenes contaran con las condiciones óptimas para el crecimiento. Este tipo de cuidado, desde luego, requiere de herramientas.

Aunque sería un error sobre-interpretar las coincidencias metafóricas entre la teoría y la práctica del proceso de crecimiento de las cosechas, los animales y los niños, este ejercicio tiene un valor heurístico que no se puede ignorar. Eso es lo que intenta hacer Michael Cole en su artículo Culture and Congnitive Development: From Cross-Cultural Research to Creating Systems of Cultural Mediation. Para Cole, los jardineros se enfrentan a dos tipos de preocupaciones relacionadas con lo que ocurre dentro del jardín y lo que sucede fuera de él. Estos asuntos suelen tratarse independientemente pero en realidad son interdependientes.

Al interior del jardin -y para cada tipo de plantas- se debe prestar atención a la calidad del suelo, la mejor forma de cultivarlo, los nutrientes que deben usarse, la cantidad adecuada de humedad, el tiempo adecuado para plantar las semillas, y la necesidad de proteger las plantas de predadores y plagas, entre muchas otras cosas. Cada una de estas labores tiene una serie de componentes materiales que se relacionan con las herramientas que se utilicen y el conociemiento que se tenga. Así, la teoría y la práctica del desarrollo, en los términos recien establecidos, se concentran en encontrar la combinación adecuada de factores para promover la vida dentro de los confines del jardín.

Sin embargo, los jardines no existen independientemente de un sistema ecológico que los rodea. Aunque resulta posible hacer crecer una planta en cualquier parte del mundo, contando, desde luego, con las condiciones idóneas para el efecto, no siempre es posible crear dichas condiciones por un período de tiempo corto. Esta realidad sugiere que es fundamental prestar atención al sistema dentro del que se encuentra el jardin así como a las propiedades del jardín considerado en sí mismo.


A pesar de todo, los seres humanos no son plantas. Resulta indispensable, entonces, humanizar la metáfora del jardin para entender sus implicaciones. Cole & Packer, por ejemplo, señalan que la metáfora es útil para repensar los conceptos de cultura y desarrollo porque hace énfasis en el hecho que los seres humanos viven en un ambiente artificial y que las culturas son formadas por un entorno ecológico (ecological setting) que dichas culturas, a su vez, contribuyen a formar. ¿Qué quiere decir esto?

Super & Harkness -citados por Cole & Packer- utilizan el término nicho de desarrollo para hacer referencia al lugar que ocupan los niños dentro del complejo ambiente de relaciones sociales, culturales y ecológicas que los rodean. Estas relaciones forman un ambiente proximal de desarrollo. Los nichos de desarrollo están compuestos por tres elementos: el ambiente físico y social en el que viven los niños; las prácticas, culturalmente reguladas, de crianza y socialización de la sociedad en la que viven los niños; y, las características psicológicas de los padres del niño expresadas, por ejemplo, en las teorías existentes sobre el proceso de desarrollo del niño y su relación con las labores de crianza.



Para los psicólogos culturales, el nicho de desarrollo es sinónimo de "un mundo de vida" que, como se puede apreciar, está constituido tanto por las condiciones de desarrollo inmediatamente al alcance de los niños en crecimiento -a través de las relaciones que establecen con sus padres- y con el ambiente más amplio de realciones sociales y culturales que establecen con el mundo de vida en el que habitan.

Referencias:

Michael Cole, Culture and Cognitive Development: From Cross-Cultural Research to Creating Systems of Cultural Mediation. Culture & Psychology, 1995.

Michael Cole & Martin Packer, Culture in Development. Mimeo -en el archivo del autor-.

La idea de constitución en la psicología. Una forma de de aproximarse a los problemas de investigación en la modernidad

La filosofía de la ciencia ha provisto una manera de diferenciar diferentes tipos de explicaciones a partir de los distintos tipos de preguntas que se pueden hacer. Para Alexander Wendt esta distinción resulta útil, pues permite entender la diferencia que existe entre explicaciones causales y explicaciones constitutivas.
Las teorías causales del conocimiento responden a preguntas que indagan el por qué de las cosas y en algunas ocasiones el cómo. ¿Por qué ocurrió la reforma protestante? ¿Por qué Gorvachev se empeñó en terminar la guerra fría? ¿Por qué el sol aparece por el oriente? ¿Por qué la sal corroe los metales? ¿Cómo funciona el virus del SIDA? Todos estos ejemplos sugeridos por Wendt indagan por las causas de las cosas.

Ahora bien: al responder preguntas causales que permitan afirmar que X es la causa Y el investigador parte de tres supuestos básicos. En primer lugar asume que X y Y son dos cosas que existen independientemente la una de la otra. En segundo lugar reconoce que X precede a Y en el tiempo. Finalmente acepta que Y no ocurriría si no fuera por la acción de X. Satisfechas las condiciones de posibilidad que rodean los dos primeros supuestos, el problema principal al que se enfrenta el investigador causal se relaciona con la tercera condición, pues lo que le interesa es poder distinguir la relación causal entre X y Y de la mera correlación o la asociación accidental entre dos cosas.

Sin embargo, desde una perspectiva constitutiva la atención debe centrarse en los dos primeros supuestos. Estos postulados no existen en una teoría constitutiva, pues el objetivo del investigador constitutivo es explicar las propiedades de las cosas haciendo referencia a las estructuras o procesos por virtud de los cuales tales cosas existen. A diferencia de las teorías causales que intentan explicar el cambio de las cosas a lo largo del tiempo, las teorías constitutivas son estáticas: su objetivo es explicar cómo se constituyen las propiedades de un sistema. Así, las preguntas constitutivas buscan comprender cómo es posible algo o qué es lo que ocurre en un caso determinado. ¿Cómo es posible que Luxemburgo sobreviviera al deseo colonizador de potencias como Francia y Alemania? ¿Cómo es posible que un gas aumente de temperatura? Estas preguntas indagan por aquello que representa un fenómeno determinado no por las causas que dan lugar a un estado de cosas particular. En síntesis, las preguntas constitutivas buscan explicaciones; sin embargo, tales explicaciones no siguen la lógica de la causalidad.


A. Wendt
Esta distinción tiene importantes consecuencias en el campo de la filosofía de la ciencia que actualizan el debate entre positivistas y anti-positivistas. Para los positivistas, por ejemplo, las preguntas constitutivas dan cabida a inferencias descriptivas que, sin embargo, no dan razón de las causas que subyacen a un fenómeno particular. A partir de esta perspectiva, dichos investigadores suelen ver el trabajo que indaga por las razones constitutivas de algo como un trabajo secundario, no científico. Para Wendt, el riesgo que se corre tras esta postura consiste en reificar o naturalizar la sociedad y el conocimiento, pues oscurece e ignora en qué medida los fenómenos que llaman la atención de los seres humanos son el resultado de construcciones sociales íntimamente relacionados con lo que los seres humanos piensan y hacen. Talvez una referencia a casos concretos ayudará a entender lo que está en juego.

Las preguntas que indagan por el qué de las cosas pueden, a primera vista, dar la impresión de estar buscando respuestas descriptivas. ¿Qué es la depresión? o ¿qué pasa en las sesiones de resocialización de jóvenes delincuentes encerrados en una cárcel? podrían ser vistas como preguntas descriptivas. Sin embargo, las respuestas que caracterizan la depresión como "una enfermedad" o la resocialización de jóvenes delincuentes como "discusiones entre personas con problemas", con todo y su simplicidad, son el punto de partida de respuestas explicativas de dos fenómenos específicos. Así, nadie aceptaría respuestas tan simples como las referidas a no ser que fueran acompañadas de una explicación más detallada sobre qué significa que la depresión sea una enfermedad o cómo es posible que las reuniones de jóvenes con problemas pueda servir como herramienta de resocialización. Tales respuestas, como se aprecia, no son de tipo causal, pues se relacionan con situaciones sociales y culturales más complejas que deben ser explicadas. Lo anterior quiere decir que las preguntas que se centran en entender el qué  o el cómo es posible de las cosas no siempre tienen un carácter descriptivo sino que activan dimensiones explicativas (no causales) que la ciencia social no puede pasar por alto. 


M. Packer
La idea de constitución en la investigación científica ha permitido a otros autores la formulación de explicaciones acerca de los asuntos que le interesa conocer a una disciplina como la psicología. Packer, por ejemplo, señala que la idea de constitución ha sido conceptualizada de dos maneras distintas. La primera aproximación, que es la más común, asume que cada individuo forma respresentaciones del mundo que lo rodea y, de esa manera, construye lo que considera que es "real". El origen de esta postura puede encontrarse en el trabajo de Kant sobre el conocimiento y la conducta ética. Aquí, la construcción del individuo es posible a través de la imposición de categorías universales como las de espacio, tiempo, causalidad y objeto.

El problema con esta primera manera de conceptualizar la constitución radica en que solo se interesa por el conocimiento individual de la realidad. La segunda conceptualización, más convincente, tiene un componente filosófico que se apoya en una de las críticas que Hegel le hace a Kant. Hegel adopta una postura realista radical en la cual "no hay dos mundos (uno mental y otro material) que de algún modo se conectan gracias a los planteamientos filosóficos. Lo que existe es un solo mundo: el sujeto está ubicado en la realidad objetiva". En este orden de ideas, los seres humanos están implicados en un mundo material y social. Cada uno de nosotros es arrojado a un mundo que nos precede y ofrece ciertas formas de ser. Así, se pone en marcha un proceso de adaptación que es esencialmente social, pues la posiblidad que tienen los seres humanos de entenderse a sí mismos y entender las cosas que usan es el resultado de una actividad práctica que revela las posibilidades de acción de esas personas y  de esas herramientas.

No se trata, entonces, de un proceso individual. Aquí se habla de una interacción con las cosas y con otras personas que se negocia constantemente y, según Packer, es fruto de la improvisación en la medida en que la continua renovación de los órdenes de vida (tal es el resultado de la interacción) no depende de reglas y roles preestablecidos.

Referencias:

Alexander Wendt, On Constitution and Causation in International Relations. Review of International Studies, Vol. 24, 1998.

Martin Packer, Educational Research as a Reflexive Science of Constitution. National Society for the Study of Education. Vol. 109.

martes, 10 de abril de 2012

¿Para qué viajar al fin del mundo? Siete errores comunes en la investigación transcultural

Un psicólogo clínico quiere hacer un estudio comparativo en varios países sobre la relación que existe entre la depresión y las redes de soporte o ayuda social con las que cuentan las personas que enfrentan esta enfermedad. La idea parte de considerar el soporte social como una variable independiente que se quiere operacionalizar en diferentes culturas. Como se trata de un buen investigador, el psicólogo de nuestro ejemplo ha decidido escoger tres clases de sociedades: la primera está compuesta por sociedades que presentan un nivel bajo de soporte social; la segunda la integran sociedades que tienen un nivel de soporte social intermedio; finalmente están las sociedades que tienen un nivel alto de soporte social. De lo que se trata, en consecuencia, es de establecer si los niveles de depresión se ven afectados por la existencia de dichos grupos de ayuda social -formal o informalmente constituidos.

Para alcanzar los objetivos del estudio el psicólogo decide diseñar una serie de cuestionarios culturalmente neutros que son aplicados por investigadores locales en cada uno de los países que integran la muestra de la investigación. Justo en el momento en el que comienza a recibir los resultados de campo, el investigador encuentra diferencias significativas en los datos recolectados que no puede explicar. Preocupado por este hecho decide ir a uno de los países en los que se desarrolla el estudio para discutir con los encuestadores locales sobre las divergencias en la información obtenida. Gracias a esta iniciativa, el psicólogo clínico aprendería algunos conceptos fundamentales acerca de las complejidades de la investigación transcultural. ¿En qué consisten tales enseñanzas?



Ese es, precisamente, el tema que Ernest Boesch aborda en el artículo The Seven Flaws of Cross-Cultural Psychology. The  Story of a Convertion. El objetivo del texto es revelar los problemas a los que se enfrentan los investigadores cuando realizan comparaciones entre diversas culturas; problemas que deben tenerse en cuenta, pues allí se encuentran argumentos que explican por qué los viajes que hacen los equipos de investigación "al fin del mundo" pueden convertirse en experiencias frustrantes que no arrojan datos significativos que permitan comprender un fenómeno específico.

Los siete errores que enuncia Boesch son los siguientes:

1. El primer asunto tiene que ver con lo que el autor llama "un alegato" en favor de los estudios culturales por encima de los estudios transculturales. Esta observación supone que la comprensión de lo que ocurre en una sociedad en particular depende del contexto cultural en el que se desarrolla el estudio. Así, continúa el argumento, la cultural no puede considerarse como una variable independiente. Para efectos prácticos lo anterior significa que el investigador de nuestro ejemplo debe tomar en consideración los elementos culturales que impactan la noción de soporte social y de depresión en una sociedad específica. El conocimiento de la cultura que alimenta los fenómenos que se quieren comprender revela, en consecuencia, la imposibilidad de aplicar cuestionarios culturalmente neutros, pues de lo que se busca es entender el significado de dichos fenómenos y la manera como una comunidad concreta los enfrenta.

2. El segundo error está íntimamente ligado al anterior. Una investigación sensible a las diferencias culturales rápidamente revela la imposibilidad de obtener muestras que sean estrictamente comparables; algo así como decir que un estudio culturalmente sustentado se soporta en la articulación de casos únicos que ponen sobre la mesa diferentes formas de enfrentar un problema.

3. El tercer error va atado a la creencia en la posibilidad de diseñar instrumentos para la recolección de datos sobre la base de conceptos que tengan un mismo significado en todas las culturas. ¿Se puede asumir que una enfermedad como la depresión se manifiesta de la misma manera en todas las culturas? ¿Resulta sensato pensar que las redes de apoyo social funcionan de la misma manera en todo el mundo? Estos son interrogantes a los que, según Boesch, se debe prestar atención, pues difícilmente los instrumentos de medición tienen un significado equivalente en todas las comunidades.

4. En cuarto lugar se hace alusión a la idiosincrasia de las personas encargadas de recolectar los datos. Usualmente se cree que un entrenamiento sobre la manera de hacer preguntas y las formas de resolver los problemas que surgen en el campo es suficiente para obtener información significativa. De esta forma, se olvida que la manera como se articulan los métodos de investigación depende de los rasgos de personalidad de los investigadores. En el trabajo de campo, por ejemplo, un doctor en psicología puede asumir presupuestos distintos a los que inciden en la recolección de datos que hace un estudiante. Lo mismo se puede decir cuando hay diferencias respecto de la extracción social, la formación, y el origen de los investigadores que hacen parte del equipo de trabajo. Lo que algunos pueden considerar como un dato esencial que tiene que reportarse puede pasar desapercibido para otras personas.

5. El quinto problema que afecta el desarrollo de una investigación surge de la manera como se presentan las preguntas de investigación. En concordancia con lo ya dicho, dichas preguntas también están atadas a las especificidades culturales de cada pueblo y, por lo tanto, la manera como se relaciona una enfermedad como la depresión con diversos niveles de apoyo social depende de la manera como se articulan tales conceptos dentro de una comunidad. La pregunta de investigación, por lo tanto, no siempre es la misma en todas partes del mundo.

6. De otra parte debe considerarse que las personas que participan en una investigación no son simples sujetos de estudio, es decir, fuentes pasivas del tipo de información que el diseño de investigación demanda. Una aproximación cultural al conocimiento parte del reconocimiento de la capacidad que tienen los seres humanos de llenar de significado su propia experiencia y, por esa vía, otorgar sentido a nociones -como las de depresión y grupos de apoyo- en términos no previstos por el investigador al momento de concebir su proyecto. Buena parte de un trabajo transcultural recide, entonces, en la habilidad de los investigadores para saber oír los matices y variaciones que crean quienes participan en la investigación.

7. Finalmente, no se puede olvidar que la investigación psicológica, especialmente si se desarrolla en distintos lugares del globo, no es un asunto de medidas sino de interacciones y, en consecuencia, cualquier trabajo transcultural tiene que estar precedido de un detallado trabajo de investigación cultural local. En otras palabras, la validez de los hallazgos transculturales depende de la investigación intra-cultural que se lleve a cabo.

Si se presta atención a estos siete errores con el ánimo de no incurrir en ellos, el trabajo de un investigador como el que ha servido de ejemplo se enfrentará a uno de los problemas básicos de la investigación psicológica cultural: es urgente dejar atrás la perspectiva colonial con la que el conocimiento se ha impuesto alrededor del mundo durante los últimos dos siglos. Los principios y reglas que han servido para comprender un fenómeno particular con frecuencia no son útiles para entender lo que pasa en otras partes de la tierra.

Referencia:

Ernest Boesch, The Seven Flaws of Cross-Cultural Psychology. The Story of Conversion. Mind, Culture and Activity. Volumen 3, Número 1, 1996.