jueves, 1 de marzo de 2012

¿Por qué me interesa la psicología y su relación con la cultura?

Esta no es una pregunta fácil. Después de todo, uno de los propósitos de este curso es explorar, con algún detenimiento, la relación que existe entre la psicología y la cultura. Por esa razón, lo que me propongo hacer en esta entrada es expresar mi interés en la relación que veo, por ahora intuitivamente, entre la cultura y la psicología. 


Los seres humanos somos animales de nuestro propio tiempo. Eso quiere decir que aquellas cosas que definen nuestra personalidad están íntimamente ligadas al contexto social en el que vivimos. Dicho de otra manera: todo lo que sabemos de nosotros mismos está ligado a las circunstancias en las que se desarrolla nuestra experiencia vital. El fundamento sobre el que se basa esta idea parte de reconocer que los procesos psicológicos que nos caracterizan (es decir, las cosas que nos hacen sentir bien, la forma como recordamos el pasado, la creatividad para inventar nuevas cosas, etc.) no se dan en el vacío de nuestra mente sino en el rico escenario de nuestras actividades. 

Ahora bien: la interacción que se da entre dichos fenómenos psicológicos y el contexto en el que vive cada individuo (histórico, social, cultural) se articula como un proceso. La inserción de los seres humanos en el mundo social es paulatina. El desarrollo de los procesos psicológicos también lo es. La confluencia de estos dos procesos, que se encarga de ir perfilando la identidad del individuo, es lo que más me llama la atención de un curso que explora la relación entre la cultura y la psicología. En síntesis, una inmersión en las diferentes maneras como se desenvuelve la cultura se convierte en la puerta de entrada para entender a los seres humanos.

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